Dr. HECTOR L. LANNES.
Héctor Lorenzo Lannes nació en Buenos Aires el 03 de abril de 1904, donde transcurrió su infancia y curso sus estudios. Su padre Don Pedro Lannes era propietario de un establecimiento rural en Arenaza, denominado “Santa María” que frecuentaba la familia. En el año 1931 se recibió de médico cirujano en la Universidad de Buenos Aires y al año siguiente instalo su consultorio particular en el pueblo de Arenaza, Contrajo matrimonio con una joven de la localidad Elvira Alonso, de esa unión nacieron Elvira, Marta y Estela. A partir de la creación del Hospital Pedro Lacau en el año 1939, estuvo a cargo de la dirección del mismo y por su destacada actuación profesional hizo que el mismo se convirtiera en un centro de salud reconocido a nivel provincial. Su sencillez le permitió estar cerca de la gente, tener amigos, participar en eventos sociales, Fue admirado y respetado por su rectitud y solida formación, querido por sus actos solidarios y su entrega condicional. En el año 1948 traslado su residencia a la ciudad de Lincoln, donde siguió desempeñando como un apostolado el trabajo que le había señalado su vocación. Ya había empezado a incursionarse en política militando en el Movimiento Nacional Justicialista. Fue electo Diputado Nacional desde el año 1946 hasta el 25 de abril de 1952 y electo nuevamente para un segundo período , pero el golpe militar del año 1955 , la llamada “Revolución Libertadora”, no solo lo destituyo , sino que le hizo conocer la cárcel, por ser fiel a un ideal. Luego retorno a Lincoln y a su profesión, fue director de la Clínica Oeste y se retiro de la vida profesional en el año 1971. Su muerte el 08 de enero del año 1978 provoco el dolor que causa la ausencia física, pero ella jamás podrá borrar la marca indeleble que dejo en los corazones de quienes lo conocieron. El pueblo de Arenaza lo recuerda con una calle y una plazoleta que lleva su nombre.
Dr. HECTOR L. LANNES.
En la imagen un certificado médico de puño y letra del Dr. Lannes, Arenaza año 1944.
Héctor Lorenzo Lannes nació en Buenos Aires el 03 de abril de 1904, donde transcurrió su infancia y curso sus estudios.
Su padre Don Pedro Lannes era propietario de un establecimiento rural en Arenaza, denominado “Santa María” que frecuentaba la familia.
En el año 1931 se recibió de médico cirujano en la Universidad de Buenos Aires y al año siguiente instalo su consultorio particular en el pueblo de Arenza,
Contrajo matrimonio con una joven de la localidad Elvira Alonso, de esa unión nacieron Elvira, Marta y Estela.
A partir de la creación del Hospital Pedro Lacau en el año 1939, estuvo a cargo de la dirección del mismo y por su destacada actuación profesional hizo que el mismo se convirtiera en un centro de salud reconocido a nivel provincial.
Su sencillez le permitió estar cerca de la gente, tener amigos, participar en eventos sociales,
Fue admirado y respetado por su rectitud y solida formación, querido por sus actos solidarios y su entrega condicional.
En el año 1948 traslado su residencia a la ciudad de Lincoln, donde siguió desempeñando como un apostolado el trabajo que le había señalado su vocación.
En la imagen un certificado médico de puño y letra del Dr. Lannes, Arenaza año 1944.
Héctor Lorenzo Lannes nació en Buenos Aires el 03 de abril de 1904, donde transcurrió su infancia y curso sus estudios.
Su padre Don Pedro Lannes era propietario de un establecimiento rural en Arenaza, denominado “Santa María” que frecuentaba la familia.
En el año 1931 se recibió de médico cirujano en la Universidad de Buenos Aires y al año siguiente instalo su consultorio particular en el pueblo de Arenza,
Contrajo matrimonio con una joven de la localidad Elvira Alonso, de esa unión nacieron Elvira, Marta y Estela.
A partir de la creación del Hospital Pedro Lacau en el año 1939, estuvo a cargo de la dirección del mismo y por su destacada actuación profesional hizo que el mismo se convirtiera en un centro de salud reconocido a nivel provincial.
Su sencillez le permitió estar cerca de la gente, tener amigos, participar en eventos sociales,
Fue admirado y respetado por su rectitud y solida formación, querido por sus actos solidarios y su entrega condicional.
En el año 1948 traslado su residencia a la ciudad de Lincoln, donde siguió desempeñando como un apostolado el trabajo que le había señalado su vocación.
Extraordinario ser humano, profesional y político, nunca traicionó sus convicciones, su lealtad lo llevó injustamente a la cárcel en 1955, la causa de los humildes siempre fue su causa, en lo profesional y en la política. Tuve la suerte de tratarlo y de considerarlo mi amigo, también junto con el Dr. Audisio, otro ser humano de gran valía y excelente médico, trajeron al mundo a mis dos hijas. Creo que Lincoln les debe un gran homenaje, los jóvenes y las generaciones venideras deben nutrirse con el ejemplo de estos valores linqueños, por adopción y por nacimiento.
ResponderBorrarOmití mi nombre y apellido en el comentario anterior: Roberto A. racchi
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